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Description
La democracia electoral mexicana no ha podido resolver el problema de la desigualdad social a pesar de haber posibilitado la alternancia partidista en el ejercicio del poder político. Esta situación se puede interpretar como la consolidación de una democracia de elites, organizadas bajo un sistema de partidos políticos, con un débil control social sobre la manera en que gobiernan. Por tal motivo, el enfoque sociológico proporciona herramientas analíticas para estudiar no sólo como están organizadas las elites políticas para monopolizar las ventajas derivadas del poder; sino también para poder explicar la ausencia de una ciudadanía mexicana que pueda ser la base de una nueva protección estatal ante la expansión de una vulnerabilidad social generada por la dinámica económica neoliberal global.
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